CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS COMO SU GUARDIA DE HONOR Día 8



CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS COMO SU GUARDIA DE HONOR

Día 8



Práctica nacida en el Monasterio de la Visitación de Bourg, Francia, en 1863


PRESENTACIÓN:

La Guardia de Honor es una  piadosa milicia que rodea Jesucristo, Rey inmortal de los siglos, abandonado, ultrajado y perpetuamente inmolado en su Trono Eucarístico. Estos fervorosos centinelas, escogen una hora al día, y en ella, sin dejar sus ocupaciones habituales, se postran en espíritu frente al Sagrario, a imitación de la primera Guardia, compuesta por Nuestra Madre Dolorosa, San Juan y Santa María Magdalena.
Durante junio, Mes del Sagrado Corazón, publicaremos el Manual (de 1904) con las instrucciones para asociarse a esta cofradía a la que pertenecieron Sus Santidades León XIII, Pío IX, San Pío X y Pío XI, San Juan Bosco y el Padre Mateo Crawley, entre otros.
Al final de cada día se copiará la oración para el ejercicio diario de la “Hora de Guardia”, y el 30 de junio se publicará la consagración, o fórmula de agregación, que cada uno puede hacer en su hogar.


DÍA 8

ORIGEN Y PROPAGACIÓN DE LA GUARDIA DE HONOR.

“Os saludo, oh víctima
inmolada sobre la cruz,
cuyo costado abierto,
ha derramado sangre y agua”

(Del canto Ave Verum)


La Guardia de Honor, como todas las obras de Dios, no nació de la nada. Una palabra providencial caída de los labios de una hija de San Francisco de Sales, y recogida por aquella de sus hermanas que tenía la misión de oírla: la Hermana María del Sagrado Corazón Bernaud, tal fue el grano de mostaza que, bajo los rayos del Divino Corazón de Jesús, debía ser muy pronto un grande árbol. Esto pasaba el 12 de Enero de 1863, en el Monasterio de la Visitación de Bourg (Ain,) cuna y centro de la Guardia de Honor. El 13 de Marzo siguiente, viernes 3° de cuaresma, tuvo lugar la bendición del primer cuadrante de la Obra, en el cual estaban inscritos los nombres de todas las religiosas del Monasterio. Por de pronto, nadie notó que ese mismo día la Iglesia celebraba la fiesta de las Cinco Llagas; en la que se hace mención especial de la abertura del Corazón de Jesús, herido por la lanza en el árbol de la Cruz.

El Jueves y Viernes santo fueron trazados el objeto, la organización de la Obra y la Ofrenda de la Hora de Guardia. Desde entonces la Obra empezó a caminar como el divino Amor, con pasos de gigante. Inglaterra recibió desde luego el primer cuadrante grabado en piedra; se hizo en Londres, bajo los auspicios de un Padre de la Compañía de Jesús, en Tulio de 1863. De Inglaterra pasó a América; unos meses después a África; antes del fin del año funcionaba en las cuatro partes del mundo.
Una propagación tan rápida decidió a Monseñor Pedro Enrique Gerault de la Langalerie, Obispo entonces de Belley, a erigir canónicamente la Guardia de Honor en Cofradía en la Iglesia del Monasterio de la Visitación de Santa María de Bourg, el 9 de Marzo de 1864. Este ejemplo fue seguido por gran número de Obispos; desde 1866, cuarenta y una cofradías estaban erigidas canónicamente; hoy, suben a una cifra considerable. El 16 de Junio de 1864, Pío IX, de santa memoria, enriqueció la Obra con todas las indulgencias concedidas a la Archicofradía del Sagrado Corazón establecida en Roma, en la Iglesia Della Pace.
El 7 de Abril de 1865, se dignó su Santidad concederle nuevas indulgencias; además, hasta cinco veces mandó a los asociados la bendición apostólica. Más aún: el 25 de Marzo de 1872, Pío IX quiso inscribirse en la Guardia de Honor; se hizo hermano de la piadosa unión, y el 21 de julio de 1875, en una audiencia concedida a una diputación de los principales miembros de la Obra, recordó como una de sus más dulces glorias, su título de: « Primer Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús. » El 13 de Junio de 1876, un nuevo Breve sancionó una de las más tiernas prácticas de la Obra: «Preciosísima Ofrenda», y añadió indulgencias a las dos fórmulas, por las cuales los asociados recogen la Preciosa Sangre y Agua salidas de la herida del Corazón de Jesús y la ofrecen a la Majestad infinita, como se dirá en su lugar. Todos estos beneficios fueron coronados el 26 de Noviembre de 1878 por un Breve, en virtud del cual Nuestro Santísimo Padre León XIII, a petición de Monseñor Marchal, obispo entonces de Bélley, se dignó elevar la Cofradía de la Guardia de Honor de Bourg a la dignidad de Archicofradía, en Francia y Bélgica. Este acto, importando una nueva y solemne aprobación de la Santa Sede, consolidó la Obra sobre bases inmutables. El 12 de junio de 1879, la Cofradía de la Guardia de Honor, establecida en Roma en la iglesia de los SS. Vicente y Anastasio, fue también elevada a la dignidad de Archicofradía para la Italia toda.
En fin, esta Obra, nacida en la Orden de la Visitación escogido por el mismo Jesucristo para distribuir al mundo la preciosa devoción de su adorable Corazón, se ha extendido de tal suerte, que hoy cuenta muchos millones de miembros esparcidos en el universo entero, figurando en primer término los Papas Pío IX y León XIII, y más de 200 Cardenales, Arzobispos y Obispos han querido inscribirse.
¡Quiera el cielo escuchar esta nuestra plegaria, de que muy pronto en todos los tabernáculos donde su amor le tiene encadenado, el Corazón de Jesús sea rodeado, glorificado y consolado por una piadosa falange de sus Guardias de Honor!



Ofrecimiento de la Hora de Guardia para cada día:

¡Viva Jesús, muera el pecado, sea por siempre alabado, el Corazón de Jesús Sacramentado!

Sagrado Corazón de Jesús, encendido en llamas de infinito amor, pero herido hasta lo más hondo por nuestro desamor, desagradecimiento y dureza, me postro en tu presencia durante esta hora para hacerte fiel compañía en este Sagrario y en todos los Sagrarios de la tierra. En unión con el Corazón Inmaculado de María, mi Ángel Custodio y mis celestiales Asociados (aquí se nombra el patrono o patronos de la hora que se haya escogido), te dedico mis pensamientos, mis acciones y mis sufrimientos en reparación de los olvidos, ingratitudes e irreverencias que recibes en el Santísimo Sacramento del Altar, y ofrezco en reparación la Sangre y Aguas salidas de tu Corazón traspasado y que Tú presentas incesantemente al Padre, en unidad del Espíritu Santo, por la salvación de todas las almas. Amén.


Nuestra Señora del Sagrado Corazón, proteged a la Guardia de Honor.

Señor San José, San Francisco de Asís, San Francisco de Sales y Santa Margarita María de Alacoque, rogad por vuestros Guardias.




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